Falleció a las 7.35 hs de Roma en su residencia de la Casa Santa Marta, informó el Vaticano. Había retomado su actividad
En sus doce años de
pontificado, Francisco siempre se manifestó a favor de los pobres y
contra el cambio climático y las guerras además de haber impulsado varios
cambios en la Iglesia para permitir una mayor transparencia, especialmente a
nivel financiero, evitar los abusos de menores y dar un espacio más importante
a las mujeres. Y seguramente ahora, después de su muerte ocurrida este 21
de abril, tras su reaparición pública en Semana Santa luego su internación, él
habría querido que todos estos hechos importantes de su pontificado fueran
nuevamente evidenciados, no por él sino para que la gente no se olvide que la
Iglesia debe seguir dando pasos adelante.
El 13 de marzo de 2013, a los
76 años, el ex arzobispo de Buenos Aires y cardenal Jorge Mario Bergoglio fue
elegido como máxima autoridad de la Iglesia católica. Optó por llevar el nombre
de Francisco, en memoria de Francisco de Asís, un santo muy respetado por haber
dedicado su vida a los pobres y al ambiente.
Primero en la historia
Francisco fue el primer Papa
jesuita de la historia de la Iglesia y el primer latinoamericano, además de ser
el primero que eligió llamarse Francisco. Características que lo transformaron
en centro de atención de todo el mundo pero también de muchas críticas de parte
de los sectores más conservadores de la Iglesia que a lo largo de los
años lo consideraron una suerte de “papa comunista”, como han dicho
algunos de ellos, en especial de la iglesia estadounidense, porque se ocupaba
demasiado de los pobres.
"Mi gente es pobre y yo soy
uno de ellos", dijo más de una vez según los datos biográficos difundidos
por el Vaticano. Así explicaba también por qué decidió irse a vivir, siendo
Papa, a un simple y pequeño departamento en Casa Santa Marta, dentro del
Vaticano, donde vivió todos estos años, dejando el lujoso palacio y departamento
papal donde habían vivido los otros pontífices.
Jorge Mario Bergoglio había nacido
en Buenos Aires el 17 de diciembre de 1936, en el seno de una familia emigrada
del Piemonte (región del norte de Italia). Su padre, Mario, era un contador de
la empresa de ferrocarriles de Argentina y su madre, Regina, era ama de casa y
se ocupaba de la educación de sus cinco hijos. Vivían en el barrio Flores de
Buenos Aires.
Bergoglio se diplomó como
técnico químico pero luego se dedicó al sacerdocio. El 13 de diciembre de 1969
fue ordenado sacerdote, después de haber hecho el noviciado primero en Villa
Devoto y luego en la Compañía de Jesús, es decir con los jesuitas. Fue profesor
de varias escuelas y universidades católicas y fue a varios países,
como Chile, Alemania y España para perfeccionar sus estudios en
ciencias humanas y filosofía y su preparación religiosa.
El 31 de julio de 1973 Bergoglio
fue nombrado provincial (autoridad en una región) de los jesuitas de Argentina
y estuvo en ese cargo por seis años. Fue por un presunto accionar suyo en ese
durísimo período de dictadura militar en Argentina, que algunos lo acusaron de
no haber ayudado a dos sacerdotes jesuitas secuestrados por los militares.
Bergoglio declaró años después que había reclamado por la libertad de los
jesuitas ante los dictadores Jorge Rafael Videla y Emilio Massera. Los jesuitas
fueron liberados luego de cinco meses de encierro en la ESMA.
Orlando Yorio, uno de esos
jesuitas, que falleció en el año 2000, nunca acusó a Bergoglio por su detención.
Y el otro, Francisco Jalics, declaró que ellos no fueron “entregados por el
Padre Bergoglio”. Los defensores de Bergoglio en efecto aseguran que él
escondió y ayudó a exiliarse a varios perseguidos por el régimen. “Bergoglio
trató de ayudar en lo posible", dijo el argentino Adolfo Pérez Esquivel,
premio Nobel de la Paz. "Bergoglio no entregó a nadie, tampoco fue un
cómplice de la dictadura”, subrayó.
Bergoglio obispo y cardenal
El 27 de junio de 1992 recibió
la ordenación episcopal luego que el papa Juan Pablo II lo nombrara obispo
titular de Auca y auxiliar de Buenos Aires. Desde 1998 fue arzobispo de Buenos
Aires y como tal pensó en llevar adelante un proyecto misionero centrado
en la comunión y en la evangelización. “Cuatro fueron los objetivos principales:
comunidades abiertas y fraternas; protagonismo de un laicado consciente;
evangelización dirigida a cada habitante de la ciudad; asistencia a los pobres
y a los enfermos”, según el Vaticano.
En 2001 fue creado cardenal
por Juan Pablo II. Desde ese momento fue parte de distintas congregaciones
vaticanas como el Consejo Pontificio para la Familia y la Comisión Pontifica
para América Latina y participó del cónclave que eligió al Papa Benedicto XVI,
luego de la muerte de Juan Pablo II en 2005.
El papado de Francisco
En sus doce años de
pontificado escribió entre otros documentos, cuatro encíclicas
(“Lumen Fidei” en 2013, “Laudato si” en 2015, “Fratelli tutti” en 2020 y
“Dilexit nos” en octubre de 2024). “Laudato si, sobre el cuidado de la casa
común” en particular fue la primera encíclica en la que Francisco invitó a
todos a una “conversión ecológica”, destacando que el cuidado del ambiente está
ligado a la justicia hacia los pobres y a la solución de los problemas de una
economía “que persigue sólo las ganancias”. Otra encíclica que se destacó fue
“Fratelli tutti” (Todos hermanos) que el Papa publicó en plena pandemia de
covid para ayudar a todos a salir de esa crisis. “Nadie se salva solo”, dijo
varias veces entonces, para estimular la solidaridad. “Fratelli tutti” hace
referencia a una famosa frase de San Francisco de Asis, que subraya la
importancia de “reconocer, apreciar y amar” a todas las personas,
“independientemente del lugar donde hayan nacido o donde vivan”, subrayó la
encíclica.
Francisco escribió también
siete exhortaciones apostólicas (entre ellas una dedicada al Amazonas y
otra a la crisis climática), 39 constituciones apostólicas (algunas
de las cuales cambiaron las reglas vigentes en el Vaticano, como por ejemplo el
Código del Derecho Canónico y el rol de la curia romana hacia la Iglesia en el
mundo). En los 24 mensajes “Urbi et Orbi” (a la ciudad y al mundo) de
Pascua y de Navidad, hizo cada vez un balance socio- político de la situación
mundial. Los últimos, en la pasada Pascua y Navidad, los dedicó sobre todo a
las guerras en el mundo, pidiendo la paz para todas ellas.
Los pobres, inmigrantes, el
cambio climático y las guerras estuvieron siempre muy presentes en sus mensajes.
Pero también importantes reformas hechas en la Santa Sede, tanto a nivel
económico para mejorar la transparencia financiera, como otras referidas a
cambios en la justicia vaticana, entre otras cosas para facilitar los procesos
y condenas de miembros de la Iglesia acusados de abusos sexuales, y otras
medidas que favorecieron el acceso de las mujeres a sectores de la Santa Sede.
Hasta 2024 más de 1.165 mujeres
trabajaban en el Vaticano, muchas más que antes que Bergoglio fuera elegido
Papa en 2013. El hubiera querido que las mujeres también ocuparan otros roles
en la Iglesia, pero el sínodo de obispos del 2024 no aprobó las medidas que lo
hubieran permitido, demostrando que no todos los miembros de la Iglesia están
de acuerdo con Francisco, especialmente los que defienden una Iglesia que fue
siempre reino masculino y donde las monjas cumplían un rol secundario o
terciario.
Y por las críticas que surgieron en
contra de su Pontificado en todos estos años, sobre todo de parte de algunas
conferencias episcopales más conservadoras, Francisco nunca se hizo demasiado
problema y fue adelante.
Los viajes y la salud de Francisco
Casi cuatro meses después de haber
sido elegido Papa en marzo de 2013, Francisco decidió hacer su primer viaje
como Pontífice a un lugar insólito: la isla de Lampedusa, donde llegaban miles
de migrantes de África y Asia en esos años, porque es la zona europea más
cercana a las costas africanas. En el Mediterráneo, cerca de esa isla, ya
habían muerto entonces más de 300 migrantes y el Papa quiso rendirles su
homenaje tirando coronas de flores al mar Mediterráneo, casi transformado, como
él dijo varias veces, en un cementerio.
En estos doce años de pontificado
Francisco hizo 28 viajes en Italia y 48 viajes al exterior que
incluyeron, entre otros países, Mongolia, Portugal, Canadá, Irak, Grecia,
Eslovaquia, Emiratos Árabes, Rumanía, Japón, Papua Nuova Guinea, Indonesia,
Bruselas. En esos 48 viajes fueron incluídos 10 países de América Latina (Brasil,
Chile, Perú, Panamá, Colombia, México, Cuba, Ecuador, Bolivia y Paraguay).
Pero nunca viajó a Argentina aunque en algunas entrevistas había dicho que
lo tenía presente y hasta había hablado de que podría viajar en 2025.
Muchos se preguntaron por qué no
había viajado a Argentina desde que estaba en Roma. Y se hipotizaron muchas
respuestas. Pero nunca se supo la verdad. Está claro que con su estado de salud
la situación se complicó. A los 88 años, afrontar un viaje de más de 12 horas
de Roma a Buenos Aires no hubiera sido fácil.
La salud de Francisco había
presentado varios problemas en los últimos años, algunos resfríos e inflamación
pulmonar por lo que tuvo que ser internado en el Policlínico Gemelli (del
Vaticano) para controles y donde había estado ya internado el año pasado por
una pulmonía. Hay que recordar que cuando era joven por, quistes en una
parte del pulmón derecho, le tuvieron que extirpar el lóbulo superior del
pulmón derecho, y eso lo convirtió en una persona muy sensible a las
complicaciones respiratorias. La última internación en el Gemelli, que comenzó
el 14 de febrero de este año y se prolongó por 38 días, se presentó más
complicada después que se le diagnosticó una “infección polimicrobiana” y una
“neumonía bilateral”.
Francisco había sido operado
en el Gemelli tres veces en los últimos años, una vez al colon y dos al
estómago. Tenía además problemas en una rodilla que con el tiempo no le
permitieron caminar ni estar de pie mucho tiempo, desplazándose sólo en silla
de ruedas.
Pese a que su situación había
empeorado, en declaraciones hechas llegar a la prensa había dicho que no
tenía intenciones de renunciar a su cargo, aunque algunos lo catalogaban como
un “inconsciente” porque quería moverse y trabajar todo el tiempo, pese a su
estado de salud.
En los últimos días de internación
en el Policlínico no paró de trabajar, por ejemplo nombrando obispos en
distintos lugares y aceptando las renuncias de otros y hasta llamó por
teléfono varias veces a la Iglesia de la Sagrada Familia de Gaza, la región
palestina donde se ha desarrollado gran parte del conflicto con Israel, para
saber cómo estaban. Habló cada vez con el sacerdote argentino Gabriel
Romanelli, que está a cargo de esa parroquia.
En el Policlínico Gemelli estuvo
prácticamente aislado por seguridad, alojado en el llamado “departamento de los
Papas” en el décimo piso donde estuvo también internado Juan Pablo II
varias veces. Es un pequeño departamento que tiene también una pequeñísima
capilla. Francisco recibió allí sólo a sus dos secretarios y al personal
sanitario que lo asistía, excepto el 19 de febrero que fue a saludarlo la
primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y dijo luego haberlo encontrado
bastante bien y bromeando como siempre.
Francisco solía hacer bromas con
todo el mundo. A sus médicos, cuando le preguntaban cómo estaba, les respondía
sonriendo: “Todavía vivo lamentablemente, debido a ustedes”.
Libros y esperanza
En sus 12 años de pontificado han
sido publicados numerosos libros referidos a Francisco (“Más allá de los
límites”, “La esperanza no defrauda nunca”, “Tierra, techo, trabajo”, etc) pero
el más importante salió a la luz hace pocos meses: “Spera” (“Espera”, que
en español han traducido también como “Esperanza”) una autobiografía de
Francisco quien durante seis años trabajó junto al escritor Carlo Musso para
armarla. En el libro cuenta detalles preciosos de su infancia, de su familia,
de su adolescencia, de su preparación para el sacerdocio y mucho más. Según el
Papa, este libro debía ser publicado después de su muerte. Pero el “Jubileo de
la Esperanza” que él inauguró en diciembre pasado y durará todo el 2025
reuniendo a artistas, periodistas, niños, adolescentes, diáconos, mujeres,
entre otros, de todo el mundo, le hicieron cambiar idea y lo publicó. Porque la
esperanza es, según Francisco, lo que le hace falta a todo el mundo en este
momento histórico de desastres naturales, guerras y crisis económicas.
Tras la ceremonia de despedida al
Papa argentino comenzará el cónclave, es decir la reunión en el Vaticano de
cardenales de todo el mundo para elegir al nuevo Papa.
Progresistas, moderados y conservadores se disputan la conducción espiritual de la Iglesia Católica. La elección del sucesor de Francisco definirá si continúa su legado o si se impone una visión más tradicional. Entre intrigas palaciegas y tensiones doctrinales, los nombres que suenan para ocupar la silla de Pedro ya generan debate.
El Vaticano informó que el sumo pontífice sigue lúcido y orientado, pero los médicos siguen manteniendo el pronóstico reservado.
El pontífice envió un texto para el rezo del Ángelus de este domingo en el que explicó que "continúa con confianza" su internación en el Hospital Gemelli. La noche del sábado fue "tranquila", aunque su salud sigue en estado crítico.