El panorama geopolítico actual está
marcado por una combinación de tensiones heredadas y nuevas dinámicas de poder,
influenciadas por factores económicos, tecnológicos y estratégicos. A
continuación, se desglosan los principales ejes que definen este contexto
global:
1. Reconfiguración del poder global: Estados Unidos, China y Rusia
Estados Unidos bajo Trump: El
regreso de Donald Trump a la presidencia ha intensificado políticas
proteccionistas, como aranceles del 10-20% a importaciones de China, México y
Canadá, lo que podría elevar la inflación y tensionar relaciones comerciales .
Su enfoque en reducir el apoyo a Ucrania y presionar a Europa para aumentar el
gasto en defensa de la OTAN refleja una estrategia de "América
primero" que debilita el multilateralismo .
China como contrapeso: China sigue
expandiendo su influencia mediante acuerdos comerciales (BRICS+, petroyuan) y
su rivalidad tecnológica con EE.UU. en sectores como semiconductores e IA. Sin
embargo, enfrenta desafíos internos, como un crecimiento económico proyectado
del 4% en 2025, inferior al de India (6%) .
Rusia y la guerra en Ucrania: A
pesar de las sanciones, Rusia mantiene su posición en Ucrania, con un posible
alto el fuego mediado por Trump que podría consolidar su control sobre Donbas y
Crimea. Este conflicto ha debilitado a Europa y fortalecido la alianza
ruso-china .
2. Conflictos armados y tensiones regionales
Oriente Medio en llamas: La caída
del régimen sirio de Bashar al-Asad ha dejado un vacío de poder ocupado por grupos
como Hayat Tahrir al-Sham (HTS), respaldados por Turquía y EE.UU., lo que
amenaza con extender la inestabilidad a Líbano e Irán . Israel, fortalecido por
el apoyo de Trump, podría atacar instalaciones nucleares iraníes, avivando
tensiones .
Asia-Pacífico: Las maniobras
militares chinas en el estrecho de Taiwán y el Mar de China Meridional aumentan
el riesgo de confrontación con Filipinas y EE.UU. Trump, sin embargo, prioriza
negociaciones económicas sobre la defensa militar de Taiwán .
África y América Latina: En Sudán y
Nigeria persisten conflictos civiles, mientras en América Latina, las políticas
migratorias de Trump y la crisis venezolana (20 millones de desplazados)
agravan tensiones sociales .
3. Economía y comercio fragmentado
Guerras comerciales: Los aranceles
de Trump a China y aliados como México amenazan con reducir el crecimiento
global en 0.5%, especialmente en economías dependientes como Alemania, que
podría estancarse en 0% de crecimiento .
Desdolarización y bloques
emergentes: Los BRICS+ (36% del PIB mundial) promueven el uso de monedas
alternativas al dólar, como el yuan, acelerando la fragmentación del sistema
financiero internacional .
Impacto en Europa: La UE enfrenta
una crisis económica por su dependencia energética (antes cubierta por Rusia) y
la presión de Trump para aumentar el gasto militar. Francia y Alemania lidian
con protestas agrarias y polarización política .
4. Desafíos ambientales y tecnológicos
Crisis climática: Los eventos
extremos (olas de calor en Asia, inundaciones en Brasil) son identificados como
el principal riesgo a largo plazo. La retirada de EE.UU. del Acuerdo de París
bajo Trump amenaza los objetivos de la Agenda 2030 .
Tecnología y seguridad: La IA y el
*big data* se usan para predecir conflictos y analizar migraciones, pero
también generan riesgos como ciberguerras y desinformación, especialmente en
contextos electorales .
5. Impacto en regiones clave
Europa: Debilitada por la guerra en
Ucrania y las políticas de Trump, intenta mantener su relevancia mediante
energías renovables y alianzas comerciales como el acuerdo UE-Mercosur, aún en
riesgo por protestas agrarias .
América Latina: México busca
capitalizar su posición geográfica y tratados comerciales para atraer
inversiones en tecnología, aunque enfrenta desafíos por el proteccionismo
estadounidense y la migración venezolana .
África: Países como Nigeria y Sudán
enfrentan insurgencias y crisis humanitarias, mientras Sudáfrica intenta
liderar el G-20 para promover agendas globales desde el Sur .
Conclusión: Un mundo en transición
El 2025 se perfila como un año de
**redefinición del orden global**, donde la competencia entre potencias, la
fragmentación económica y los conflictos regionales desafían la estabilidad
internacional. La capacidad de adaptación de países y organizaciones dependerá
de su habilidad para equilibrar soberanía, cooperación y resiliencia ante crisis
climáticas y tecnológicas . En este escenario, la gobernanza multilateral y la
innovación estratégica serán claves para navegar un panorama cada vez más
impredecible.