Según la OMS, las enfermedades
cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo y entre sus
principales factores se encuentra la inactividad física. Un estudio publicado
en la British
Journal of Sports Medicine demostró que episodios breves e
intensos de actividad física en mujeres que no realizan regularmente ejercicio
puede disminuir hasta casi la mitad las posibilidades de contraer eventos
cardiovasculares adversos mayores, es decir, accidentes cerebrovasculares no
fatales, infarto de miocardio o ataque cardíaco, insuficiencia cardíaca o
muerte cardiovascular. Estos pequeños momentos de actividad física van de 1 a 4
minutos por día y se tratan de cosas cotidianas como cargar bolsas de compras,
caminar cuesta arriba o cargar objetos pesados.
El estudio incluyó el seguimiento
de 13.018 mujeres y 9.350 hombres entre siete y nueve años. Según las conclusiones
a las que llegó el equipo de investigación, aquellas mujeres que realizaron
episodios breves e intensos de actividad física de entre 3 y 4 minutos por
día presentaron un 45 por ciento menos de riesgos de contraer eventos
cardiovasculares adversos mayores. Más específicamente, en el caso del
ataque cardíaco y en el de la insuficiencia cardíaca registraron un riesgo 51
por ciento y un 67 por ciento menor, respectivamente.
“Durante el ejercicio intenso se
liberan una serie de hormonas que regulan el sistema nervioso autónomo (es
decir, el que controla las acciones involuntarias del cuerpo), como la
adrenalina. Esto ayuda al balance entre las hormonas que nos preparan para
la velocidad y la acción y las que nos ayudan en la relajación y el descanso. Así,
tiene lugar una mejor performance del sistema cardiovascular”, explica Adrián
Baranchuk, presidente de la Sociedad Interamericana de Cardiología, a la Agencia de Noticias Científicas de la
UNQ.
Además, el profesor de medicina de
la Universidad de Queen (Canadá) manifiesta que hacer circular la sangre en el
sistema venoso y arterial mejora la funcionalidad de la capa interna de los
vasos sanguíneos, lo que se conoce como endotelio. Esto reduce el riesgo
de acumulación de coágulos en las venas y arterias y, por lo tanto, disminuye
el peligro de la formación de placas como el colesterol o la grasa.
Si bien los resultados fueron más
significativos para las mujeres, los investigadores recomendaron que los
hombres también deberían hacer algún ejercicio intenso y breve. “Este
estudio nos lleva a pensar que, aunque sea poco pero intenso, la actividad
física trae beneficios. Por lo que, si el modelo de vida no permite más
que unos minutos de actividad física, se debe considerar hacerla”, aconseja
Baranchuk ante la Agencia.
Y agrega: “Está totalmente
comprobado que el ejercicio no solamente es bueno para la salud cardiovascular,
sino para la salud física en general y para la mental. Ese beneficio sí se
asocia con la prolongación y no con la intensidad”. Así, ejemplifica, personas
que salen a caminar cuarenta minutos por día tienen una mejor percepción y
aceptación de las dificultades de la vida, una mejor integración social y una
mejor predisposición para la resiliencia.