La industria de la transformación
mecánica de la madera está atravesando una recesión severa que afecta a todos
los sectores de la cadena, desde los aserraderos hasta la fabricación de
muebles y la construcción con madera. Es una de las industrias más golpeadas y
asiste además a un embate normativo, pues el Gobierno propuso eliminar
reglamentos técnicos que garantizan la calidad del producto terminado y avalan
la entrada de importaciones baratas. Están en riesgo 60.000 puestos de trabajo,
denuncian desde el sector.
En la actualidad, los distintos
sectores que integran la cadena maderera están atravesando una situación
recesiva, aunque con intensidades variadas. La industria de la primera
transformación, representada por los aserraderos, viene mostrando sostenidas
disminuciones en su nivel de actividad, con un promedio de caída del 20 por
ciento interanual, según datos oficiales de Indec. Esas bajas “son mayores en
los aserraderos pequeños y medianos donde llegan al 40 por ciento”, reveló el
informe.
A su vez, como ocurrió en otras
economías regionales, la salida exportadora apareció como alternativa en el
sector de aserraderos ante la contracción del consumo interno, pero el comercio
exterior dio sus frutos “solo a comienzos del presente año, y no ha logrado sostenerse
en el contexto actual del atraso cambiario fruto de la estabilidad cambiaria e
inflación domestica”, destacaron.
En materia de empleo, explicaron
que los aserraderos redujeron los turnos de trabajo (en cerca de un 20 por
ciento el nivel de horas trabajadas) lo cual impactó en los salarios percibidos
por los trabajadores.
En el caso de las empresas
vinculadas a la fabricación de muebles, el impacto de la recesión doméstica fue
dramático: la producción cayó 37 por ciento interanual promedio, según datos de
Indec analizados desde el sector. También señalan que en el caso de las pymes
la producción llegó a caer un 60 por ciento.